Que tal Guillermo, muchas gracias por la inolvidable velada de Tango que nos regalaste, estamos orgullosos de vos. Un fuerte abrazo y hasta la proxima.

Querido Amigo, he dejado pasar unos dias para escribirte, en razon de la gran emocion que nos embargo el gran dia de tu concierto.
Realmente te felicito y tienes la seguridad que comparti contigo y amigos la emocion de esa memorable velada.
Sin duda te lo mereces, por tu trayectoria de trabajo inteligente, buena persona y buen padre.
Como te dije al saludarte en el hall del teatro, debes agradecer a Dios esta recompensa que te ha brindado la vida, que no en todos los casos se brinda.
Las interpretaciones fueron impecables, a pesar de que te note emocionado (no me enganas con tu agitacion), es muy logico.
Te mando un abrazo, y me hubiera gustado haber tomado un cafe contigo para charlar sobre tu noche.
Un abrazo.

Querido Guillermo:
Han transcurrido varios dias de la fecha de tu concierto y sigo mantenendo la misma emocion que he experimentado al retirarme esa noche del teatro Real.
Quiero imaginar lo que te ha ocurrido a vos un Mariano Mores en el escenario, recibiendo los aplausos de un publico cordobes que despues de varios anos de ausencia tuya en este medio han celebrado con vos la alegria de este encuentro festejando tu vocacion desde nino con el piano.
Con estas lineas tengan la satisfaccion de haber compartido este importante acontecimiento, rogando por tus exitos futuros no dudando la suerte y los merecimientos de un buen amigo.